El acogimiento familiar es una medida fundamental dentro de la protección infantil que permite ofrecer un hogar temporal y seguro a niños, niñas y adolescentes que no pueden vivir con sus familias biológicas por diversas circunstancias. Esta iniciativa no solo busca proteger a los niños y niñas, sino también proporcionarles un entorno afectivo donde puedan desarrollarse adecuadamente mientras se trabaja para resolver su situación familiar. En este artículo, explicaremos en detalle en qué consiste el acogimiento familiar y los distintos tipos que existen.
¿Qué es el acogimiento familiar y en qué consiste?
El acogimiento familiar es una medida de protección, de carácter revocable, para niños, niñas o adolescentes que no pueden ser atendidos por sus padres o tutores legales, aunque sea circunstancialmente. Consiste en la integración de estos niños en una familia de acogida, que les proporciona un entorno seguro y afectivo mientras se resuelven las circunstancias que impiden su convivencia con la familia biológica o se valoran alternativas protectoras de carácter estable. El objetivo principal es ofrecer a los niños y niñas un ambiente familiar estable donde puedan desarrollarse adecuadamente en todos los aspectos: físico, emocional y social. Este tipo de acogida puede variar en duración y estructura, dependiendo de las necesidades del niño y de su situación particular. En este contexto, Fundación Aldaba ha dado un paso significativo al unirse al programa En Familia, reforzando su compromiso con la infancia vulnerable.
Tipos de acogimiento familiar
A continuación, se describen los diferentes tipos de acogimiento familiar que existen, cada uno adaptado a las diversas necesidades y circunstancias de los niños y sus familias biológicas.
Acogimiento en función de la duración y objetivos
1. Acogimiento de urgencia
Este tipo de acogimiento está diseñado para situaciones de emergencia donde el niño necesita ser separado de su entorno familiar de manera inmediata debido a riesgos graves. Las familias de acogida de urgencia están preparadas para recibir a los niños en cualquier momento y proporcionarles un ambiente seguro mientras se busca una solución más estable. La duración de este acogimiento suele ser corta, variando desde unos días hasta unos meses, y tiene como objetivo principal proteger al niño de un riesgo inminente mientras se lleva a cabo una evaluación más detallada de su situación.
2. Acogimiento temporal
El acogimiento temporal se establece cuando se prevé que el niño podrá regresar con su familia biológica en un periodo relativamente corto o bien mientras no se adopta una medida de protección más estable. La duración puede variar desde unos meses hasta un par de años, durante los cuales la familia acogedora proporciona al niño un entorno estable y seguro, mientras se valoran y establecen las intervenciones necesarias para una medida estable. Durante este periodo, las familias de acogida reciben apoyo y acompañamiento para asegurar que el niño se desarrolle adecuadamente y para preparar la transición hacia la alternativa estable.
3. Acogimiento permanente
Este tipo de acogimiento se da cuando no es posible que el menor regrese con su familia biológica a medio o largo plazo y no son posibles otras medidas protectoras más estables. Las familias de acogida permanente asumen el cuidado del niño, habitualmente hasta que éste alcance la mayoría de edad, ofreciéndole una estabilidad a largo plazo, permitiéndoles establecer vínculos fuertes y estables con sus familias de acogida mientras mantienen conexiones, cuando es posible y adecuado, con su familia biológica.
Acogimiento en función de las características de los niños, niñas o adolescentes
1. Acogimiento ordinario
Cuando el niño no presenta ninguna característica física o psíquica que origine la necesidad de cuidados o atenciones especiales.
2. Acogimiento especial
Cuando el niño presenta algún tipo de característica física o psíquica que origina la necesidad de cuidados o atenciones especiales.
3. Acogimiento especializado
Se refiere a la acogida de niños con alguna característica física o psíquica que origina la necesidad de cuidados o atenciones especiales y que requiere que al menos una de las personas acogedoras se dedique en exclusiva a la labor de acogimiento. Requiere de la familia cualificación, formación o experiencia.
El acogimiento familiar es una medida crucial para proteger y cuidar a niños, niñas y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad, brindándoles un hogar donde puedan crecer y desarrollarse en un entorno seguro y afectivo.
Las familias acogedoras deben recibir formación y apoyo para atender adecuadamente a estos niños y proporcionarles el cuidado específico que requieren. La crianza de niños y niñas que han sufrido cualquier tipo de adversidad temprana enfrenta desafíos adicionales y necesitan un entorno adaptado a sus necesidades particulares. Las familias acogedoras deben ser acompañadas y colaborar con profesionales de la salud, la educación y el bienestar social para asegurar que los niños reciben la atención y el apoyo necesarios para su desarrollo integral.
Gracias a programas como En Familia, del que recientemente ha asumido su coordinación la Fundación Aldaba, se fortalecen las redes de apoyo y se promueve una mayor concienciación y participación de las familias en esta noble causa.
Su objetivo principal es la desinstitucionalización de niños sin otra perspectiva que estancias prolongadas en recursos residenciales de protección.
Los perfiles de los niños, niñas y adolescentes incluidos en el Programa En Familia son los siguientes:
- Mayores de 7 años.
- Grupos de hermanos.
- Diversidad funcional.
- Etnias.
- Extranjeros/as.
- Situaciones previas de protección fallidas (adopción, acogimiento…).
Es fundamental continuar apoyando y difundiendo iniciativas de acogimiento familiar para asegurar que todos los niños y niñas tengan la oportunidad de vivir en un entorno que les permita un crecimiento y desarrollo armónicos.