A todos nos encanta viajar: conocer nuevos destinos, salir de la rutina diaria, pisar la arena, bañarse en la playa, pasear por el paseo marítimo… pero en el caso de las personas con discapacidad, esto no es sólo un placer, sino que además viajar tiene un componente terapéutico.
Está demostrado que viajar además aumenta las habilidades sociales, las capacidades comunicativas y la autoestima.
Por eso en el Centro Ocupacional Municipal “El Molino” preparan todos los años una semana de respiro estival, este año el destino ha sido Benidorm. Donde han bailado, han jugado a las cartas y al bingo, visitado los lugares más pintorescos de la ciudad e incluso han celebrado el cumpleaños de un compañero.
Todos lo han disfrutado mucho y están deseando que llegue el viaje del año que viene